[Fan Fic] Libera Me

eeeeee no, no habia considerado lo de los ovas, pero es buena idea xDDD

a ver si se me ocurre alguna babosada


Capítulo 26 – No me olvides
- ¿Vienes? – preguntó Toshi. Habían acabado de tocar, todo estaba en silencio.
- Me quedaré un momento, ya los alcanzaré – dijo Taiji.
Toshi asintió con la cabeza y desapareció por la puerta, dejando a Taiji completamente solo, pues la prensa y los camarógrafos se habían ido también.
Taiji caminó lentamente hacia el ataúd abierto.
Hide parecía dormir tranquilamente, vestido con un impecable traje negro y las manos cuidadosamente entrelazadas sobre el estómago. Alrededor del cuello llevaba un lazo de terciopelo negro.
Taiji tragó saliva.
- Hide…tuve suerte – empezó – Tuve suerte de haberme sentado a leer el periódico esta mañana…sino no estaría aquí. Me habría quedado en casa, completamente ignorante, y habrían pasado los días…nadie se había molestado en avisarle a Taiji… ¿estos son mis amigos?...Hide…de haber sido otro ¿me habrías avisado? De haber sido yo, ¿habrías venido? Si hubiera sido al revés, tú aquí y yo ahí, ¿lo habrías sentido como yo lo siento ahora? No me importa la gente que está allá afuera, esperando a verte por última vez…no, yo no soy tan importante. Pero me habría importado mucho que cuando menos tú estuvieras…no, no Toshi, ni Pata, ni el idiota de Yoshiki, ni el chico nuevo…aunque él si parece tener consideración… Con que tú estuvieras habría sido suficiente… ¿De qué me sirve hablar? Ahora no puedes escucharme. Y lo siento, porque la última vez que nos vimos no te dije todo lo que había querido decirte, y ahora es muy tarde.
Taiji acercó una mano temblorosa a su amigo, y apenas rozándolo con la yema de los dedos, acarició su pálida cara. En cuanto hizo contacto con su piel, echó a llorar.
- No sé… no sé por qué ha pasado… en realidad no quiero saberlo… algún día… no hoy, no ahora.
Se secó los ojos con la manga del saco, y se quedó mirando a su amigo por un largo rato. Fue entonces cuando Taiji se llevó una mano al cuello y desató algo que traía alrededor: una cadena de plumas.
- Mi pequeño tributo, mi favorito – dijo, dejando la cadenita a un lado de Hide - ¿De qué le serviría a un cadáver? Sí que soy ridículo – añadió, mientras unas lágrimas frescas corrían por sus mejillas.
Fue hacia un arreglo floral de rosas blancas, cortó una y la puso bajo las manos entrelazadas de Hide.
- Me voy – dijo – Hasta siempre, amigo mío.
Hizo un gesto de despedida con la mano derecha y se marchó de la habitación.

- Tercia – dijo Heath, mostrando sus cartas.
- Full – dijo Toshi, haciendo lo mismo.
- Escalera – dijo Taiji.
- Gano yo – dijo Pata – Flor corrida.
Los otros tres vieron cómo Pata tomaba las fichas de todos, sin decir nada.
Era el juego de póker más aburrido de sus vidas, jugaban sin emoción alguna, sólo por tener algo que hacer. Yoshiki estaba de espaldas a ellos, en una mesa contigua, tomando la que sería su sexta cerveza.
La tarde estaba cayendo, el sol naranja desaparecería pronto en el horizonte. Los cinco se la habían pasado todo el día encerrados en ese viejo bar al cual nadie se le habría ocurrido buscarlos. Y todo el día había sentido Taiji las miradas de reojo de Yoshiki. Y a su vez, Yoshiki podía sentir la indiferencia defensiva de Taiji. El ambiente no podía estar más tenso.
Después de otros cinco juegos, Yoshiki se levantó de su asiento bruscamente y se volvió a los demás.
- Aún no me ahogo de borracho – dijo.
Toshi, Taiji, Pata y Heath lo miraron sin comprender.
- Felicidades, entonces – dijo Toshi.
- No…me quiero ir, no me aguanto ni a mí mismo.
Los demás se encogieron en hombros.
- Vámonos, entonces – dijo Pata.
Pagaron las cervezas de Yoshiki y salieron al tibio atardecer de Tokyo.
Llevaban mucho tiempo andando, Yoshiki iba a la cabeza del grupo, seguido de Toshi, Pata, Heath y Taiji, cuando de la nada, el líder se detuvo en seco y se dio la media vuelta.
- ¿Qué pasa? – preguntó Toshi.
- ¿Qué haces aquí? – preguntó Yoshiki a Taiji, ignorando a Toshi.
- ¿Cómo que qué hago aquí? – preguntó Taiji, cruzando los brazos.
- Sí, ¿Qué demonios estás haciendo aquí? – dijo Yoshiki lentamente, haciendo señas, como si Taiji no entendiera.
- ¿Qué si yo quiero caminar por donde se me plazca, con quien se me plazca? ¿Tienes algún problema con eso? – preguntó Taiji, alzando la voz ligeramente.
- ¡Sí! ¡Me causa conflicto! – Yoshiki también alzó la voz.
Taiji se encogió en hombros y retrocedió unos pasos.
- Ya, ¡barrera invisible! ¿Así está bien, señor Hayashi? – dijo Taiji con un dejo de sarcasmo en la voz.
- No, ¡quiero que te vayas! – dijo Yoshiki.
Toshi, Pata y Heath miraban de uno a otro, con indiferencia, como si fuera un partido de ping pong.
- ¡Cuánto lo siento, me iré ahora mismo! – dijo Taiji, pero no se movió, esperando a que Yoshiki contestara.
Como no lo hizo, dio media vuelta, dispuesto a irse, pero Yoshiki continuó:
- ¿Sabes porqué no te llamé? – preguntó. Taiji se detuvo y se volvió lentamente – Pues…porque no eras requerido. Así de simple.
- ¡Ah! ¡Lo siento mucho, no pensé que mi presencia fuera a causar molestia! Después de todo, Hide era mi amigo, ¡lo menos que podía hacer por él era decirle adiós como se debía!
Toshi, Pata y Heath intercambiaron miradas. Aquello se iba a poner feo…
- ¡Mira tú! ¡Tan amigos eran que te acabas de enterar esta mañana que estaba muerto!
- Él no me iba a llamar para avisarme ¿verdad? – gritó Taiji, enojado, avanzando unos pasos hacia Yoshiki.
- ¡Mejor aún! ¡Vuelve a tu sitio, vaquero yankee! – gritó Yoshiki.
- ¿Yankee? ¡Mira quién habla! – Taiji lanzó una risa exagerada - ¡Alguien hágame el maldito favor de recordarle a este hombre dónde vive! ¡“Mi hermosa casa grande, con una gran alberca”! ¿En dónde? ¡En la bella ciudad de Los Ángeles, por supuesto!
Todo sucedió en un instante, Yoshiki se lanzó sobre Taiji, y al mismo tiempo Toshi, Pata y Heath reaccionaron: Toshi sujetó a Yoshiki y Pata y Heath a Taiji.
- ¡Suéltame! – forcejeó Yoshiki - ¡Tengo que hacer lo que no hice hace años!
- ¡Ah, vamos! – lo provocó Taiji - ¡Estoy esperando!
- ¡Cállense los dos! – gritó Toshi. Yoshiki y Taiji dejaron de forcejear y lo miraron, sorprendidos - ¡No deberían estar haciendo esto! ¡Si no se soportan, que así sea, si no lo quieren hacer por ustedes háganlo por respeto a Hide!
Cayó el silencio.
- Vaya, siempre la voz de la razón – dijo Taiji – Pueden soltarme, juro que no lo golpearé – Pata y Heath se miraron, y lo soltaron – No hoy, no ahora, la próxima vez.
- ¡Ojalá sea en cien años! – dijo Yoshiki. Toshi aún no lo quería soltar.
- ¡Así será! – dijo Taiji, dándole la espalda. Al pasar junto a Heath, sin embargo, le dijo en voz muy baja para que Yoshiki no lo oyera – Buena suerte Heath, que no te afecte la diva, sé prudente – le dio una palmadita en el hombro y se alejó corriendo, como queriendo dejar atrás todo su resentimiento.

O_O vaaaaaaaayaaaaaaaaa!!
me dejaste de WTF yoshiki estaba no enojado lo que le sigue xD
jajajajaja
me gusto el capitulo xD
por que me imagino todo? xD jajajajaja xD
wiii pon mas xD jajaja los ovas xD jajajajaja
me gusto lo de la despedida de taiji..me recordo a...
no prefieron no hablar de eso...
continua xD

que bueno que te lo imagines, eso intenté, que el que lo leyera tuviera más o menos la imagen que yo tenía en la mente

bueno, el último y nos vamos!!!

Capítulo 27 – Ante la lápida
Un cálido rayo de sol cosquilleó su nariz. Podía oír el rumor de las olas del mar rompiendo suavemente en las rocas y las gaviotas distantes. Percibió el suave aroma de hierba seca. Aún sin saber qué hacía ahí, abrió los ojos.
Yoshiki se encontró con que se había quedado dormido, y que el sol ya estaba bastante alto en el cielo. Alarmado, se levantó del pasto seco y miró alrededor, a las magníficas criptas elevándose.
- ¿Hide? – dijo en voz baja. Nadie respondió – Hide… ¡Hide! ¿Dónde estás, Hide?
En vano esperó que de repente su amigo se asomara tras una de las lápidas, riendo. Pero no sucedió nada.
- Hide… - Yoshiki se dejó caer de rodillas, frente a la lápida de su amigo. Acarició con la yema de los dedos el nombre en relieve, mientras unas gruesas lágrimas resbalaban por sus mejillas – Hide… ¡Volviste a hacerlo! Una vez más… ¡estoy solo! – golpeó el frío mármol con el puño - ¿Por qué…? ¿Por qué tengo que vivir tu muerte una vez más?
- ¡Vaya drama! – dijo una voz detrás de él. Yoshiki se sobresaltó y se volvió, para ver a Taiji, sonriendo suavemente. Sostenía una delicada margarita en la mano.
- ¿Taiji? – dijo Yoshiki, sorprendido y avergonzado a la vez, secándose rápidamente las lágrimas con el dorso de la mano - ¿Qué haces aquí?
- Eso mismo iba a preguntar – dijo Taiji, sentándose junto a él y dejando la margarita entre los dos – Yo vengo regularmente, tal vez un par de veces al mes. Sin embargo, nunca me había cruzado con tan dramático personaje.
- Bueno, pues... – las palabras se habían atorado en la garganta de Yoshiki.
- ¿Te pidió que lo trajeras aquí, verdad? – adivinó Taiji.
- Sí… - dijo Yoshiki. Se preguntaba cómo Taiji había podido saberlo.
- Ya veo – dijo Taiji, con la mirada perdida en el mar.
Se quedaron en silencio, observando el horizonte.
- Se siente extraño…como un sueño – comentó Taiji, finalmente.
- ¿Qué cosa? – preguntó Yoshiki.
- A pesar de que estuve diez, no, casi diecisiete años queriendo ver a Hide por fin… no sé, lo he sentido como un sueño. Suficiente para sorprender a cualquiera. En otro tiempo, hubiera querido saberlo todo. Esa pregunta que nos asalta inconscientemente a todos… ¿a dónde vamos después de vivir? Pero creo que, después de todo, sólo me interesó cómo estaba. Antes creía que estaba en algún lugar más allá de la humanidad, ahora me queda claro que se ha ido, y se ha ido para siempre.
Yoshiki asintió, con la mirada sombría. Taiji se dio cuenta de eso y le dio una palmada en el hombro.
- Vamos, era lo mejor. No podía pasarse aquí más tiempo. Incluso para ti. No lo sabes, pero estarás más tranquilo. Haz una canción, es lo que mejor sabes hacer. Atrapa estos últimos minutos en una melodía que llegue al corazón, como siempre. Haz que el regreso de X Japan valga de algo, que la manifestación de Hide haya significado algo. Aquí la tienes… ¿qué mejor inspiración que estar aquí sentado en un cementerio frente al mar?
Yoshiki suspiró. En cuanto Taiji había dejado de hablar, una melodía comenzó a susurrar en su mente, como un suave tarareo. Hide estaba tarareando.
- Tal vez…ya se me ocurrirá algo…
Se hizo el silencio, roto únicamente por el murmullo del mar.
- Gracias, Taiji – dijo Yoshiki con gran esfuerzo, después de un rato.
Taiji soltó una risa.
- No tienes que decirlo, no estás obligado a…
- No, de verdad, gracias. Y no sólo por esto, por todo…He sido un tonto…
- Hemos sido unos tontos – interrumpió Taiji – Y…aquella vez…fue comprensible, todos estábamos sensibles. No tienes que perdonarme, ni pedirme que te perdone, por mi parte está todo bien contigo. Y no te golpearé, como amenacé la vez pasada…soy una persona más bien pacífica – Taiji añadió esto último riendo.
Pronto su risa fue llevada por el viento, se puso serio y suspiró.
- Bueno, es hora de que me vaya – dijo, levantándose y sacudiéndose los pantalones para quitar las hormigas y el pasto seco. Yoshiki lo imitó.
- Yo también me voy – dijo, con la mirada perdida en el lejano horizonte.
- Te invitaría una copa pero es temprano…en ese caso, ¿por qué no vamos a desayunar? Yo invito – propuso Taiji – Se ve que no has comido decentemente en días.
- Comida china – replicó Yoshiki.
- ¿Para llevar? – Yoshiki asintió – Me imaginé, esas cosas no son buenas y menos si las recalientas – Taiji se encaminó a la reja de hierro de la entrada.
- Taiji… espera, ya te alcanzo – dijo Yoshiki sin seguirlo. Taiji sonrió comprensivamente y siguió su camino.
Yoshiki lo vio alejarse y perderse en el laberinto de tumbas, luego se dirigió a la de Hide.
- ¿Es cierto? ¿Te quedaste en espíritu otros diez años? ¿Realmente fuiste expulsado del mundo de los muertos, como dices? De todos modos… gracias por estar a mi lado. Aunque no lo supe hasta ahora… estaba tan inmerso en mi propio dolor que no te sentí hasta el final y olvidé disfrutar lo bueno de la vida – Yoshiki levantó la vista al cielo. No lloraría. Se sentía extraño…no era tristeza – Gracias… y hasta siempre.
Con una última mirada a la lápida, se alejó por el mismo camino que Taiji había tomado. No lloraría, pues aquel sentimiento extraño no era de tristeza… se sentía extrañamente libre.


así es, esto se ha acabado!!!!

gracias por leerme, a Sata que leyó algo así como los primeros 3, a hiki-chan que lo esta leyendo apenas, y a ti TLPS que me aguantó hasta el final *0*

las sugerencias o tomatazos son bienvenidos, cualquier comentario final sobre si algo le faltó o le sobró.....esto está en constante revisión y edición ^^

wiiiii me gusto mucho =)
le hizo falta el de nada de hide xD ajajaja
esta divino
simplemente bello =)
muchas gracias le psyence por compartirlo